Brindan el capital necesario para realizar los últimos gastos en caso de fallecimiento.
Se encargan de todos los trámites necesarios para evitarle estos inconvenientes a la familia.
Pueden incluir a todos los miembros de la familia en una sola póliza.
El momento del fallecimiento causa un fuerte impacto en toda la familia, especialmente si se debe a algo totalmente inesperado. Los seguros de gastos funerarios se encargan de realizar todas esas actividades que son indispensables pero pueden resultar muy incómodas en esos momentos, además de cubrir todos los gastos.
¿Qué son los seguros de gastos funerarios?
Los seguros de gastos funerarios son pólizas de seguro de vida con sumas aseguradas relativamente bajas, ya que sirven como ayuda para realizar todos los gastos necesarios en caso de fallecimiento del asegurado. Algunas características de estos seguros son:
Son seguros temporales a un año y pueden contar con renovación automática dependiendo de la aseguradora.
Las sumas aseguradas también varían de una empresa a otra, comenzando desde $10,000 por persona y hasta más de $60,000.
Cada empresa cuenta con sus reglas en cuanto a la edad de aceptación, pero en general aplica entre los 18 y los 65 años.
Como en todo seguro se designan beneficiarios, ya que hay opciones para este tipo de seguro que son:
Que un beneficiario reciba el importe de la suma asegurada para hacerse responsable de coordinar todo y efectuar los pagos.
Permitir que empresa aseguradora se encargue de todo. En este segundo caso, de existir una diferencia en el importe del seguro y los gastos, esta se dará a los beneficiarios.
Se pueden contratar en cualquiera de las siguientes opciones:
Seguro individual.
Póliza Conyugal.
Seguro familiar. Permite asegurar al cónyuge, a los hijos menores de 25 años y a los padres de la pareja.
¿Cómo funcionan los seguros de gastos funerarios?
Los seguros de últimos gastos o gastos funerarios se pueden pagar directamente a los beneficiarios, pero existe la opción más cómoda de permitir que la aseguradora se encargue de todo, en cuyo caso cubren lo siguiente:
Gestión de todos los trámites administrativos necesarios.
Traslado del cuerpo a la funeraria.
Gastos de embalsamamiento del cuerpo.
Cubre el costo de un ataúd o urna.
Gastos de sepultura o cremación, dependiendo del caso.
Velación en la funeraria o adecuación para hacerlo en la casa de la familia.
Asistencia profesional en todo momento.
Es conveniente platicar con los beneficiarios de la póliza sobre la opción en la que la aseguradora se encarga de todo, para que ellos sepan de este seguro y puedan utilizarlo en caso de ser necesario. También puede ser recomendable dejar estipulado en un testamento sus deseos de cómo aplicar estos últimos gastos en caso de fallecimiento.
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